20130224

Je ne comprends rien.

No... no lo entiendo. No entiendo por qué me siento yo así. Dicen por ahí que con el paso del tiempo, los problemas del otro son también tus problemas.
Tengo pena. Quiero llorar. Y sigo sin entender por qué. Siento ese vocare, pero ¿me corresponde? No lo sé. Sólo sé que tengo pena, mucha, y una gran mezcla de emociones que me llevan hacia un punto desconocido, donde hay pena. Mucha.

Me encantaría estar contigo para poder abrazarte.


20130219


¡Feliz Cumpleaños :)!
Espero poder darle el abrazo algún día =P.

20130215


:)
14 de febrero, un día para sentirse decepcionado.

20130213

¡Arránquenme las entrañas!

Mirarse frente al espejo... y no reconocer a quien ves.
Mirarse las manos... y no entender por qué están sucias.
Mirarse a los ojos... y darse cuenta de que no son los mismos.
Escucharse y observar y sentirse... avergonzado.
Verse y preguntarse qué has hecho contigo mismo.

Mirar el suelo... y querer huir.

20130212

Ein leeres Universum.

 

Hace tiempo no me sentía tan... así.
Hace tiempo que no me sentaba ahí.
Hace tiempo...
Hace tiempo...
Hace tiempo.

11 de febrero.



Manchmal ist die Wahrheit in einem Blick versteckt. In einer Umarmung. In der Zärtlichkeit.
Die Worte sind ab und zu völlig unnötig.

Prost!

20130211

20130210

Carta a un desconocido.

No sé cuál es tu nombre. Ni donde vivías. Sólo sé que tenías 51 años y que falleciste el 9 de febrero, alrededor del medio día. Nuestras vidas se cruzaron, cuando la tuya llegó a su fin.

Y deseo, desde lo más profundo de mi ser, que descanses en paz. Donde sea que estés. Probablemente no pensaste que todo terminaría así, pero, lamentablemente, pasó. Espero que espiritualmente puedas descansar. Y proteger a tus seres queridos desde donde sea que estés.

Lamento no haber podido ayudar de forma más eficaz. Hice lo que pude. Como todos ahí.
Sólo descansa.
Descansa en paz.

20130208

en la cóclea: "uno los dos".

Te extraño.
Leerás esto probablemente cuando ya haya pasado todo. Pero necesito escribirte. ¿La verdad? Has hecho falta. Mucha. Me gustaría que estuvieras acá para poder abrazarte, besarte, dormir abrazadito a ti.
Pero la realidad es que no estás.

Debo conformarme con oír tu voz por celular, con leer tus mensajes por WhatsApp o simplemente, debo conformarme con hundirme en mis más profundos recuerdos. Para verte. Para sentirte.

Y toda esta tristeza, esta necesidad de comunicación, de verte... este malestar por extrañarte, lo interpretas como mala onda. No, no lo es. Es tristeza, pena.

Quiero que llegues luego para que nos vayamos. Lejos. Solos. "Uno los dos".

Te extraño.
Te amo.
Vuelve.