20110828

Circularidad obligatoria y necesaria.

"(...) Pero yo sé que me bastaría con alcanzar esa primera rama para subir luego hasta la copa como por una escalera. Todavía no la he alcanzado, pero la alcanzaré... ¡aunque sólo sea en sueños! (...)" ("La señorita Julia", August Strindberg).

Y miro por ese pasillo. Eterno. Frío. Doloroso. Y no veo nada. Nada en su sentido más amplio y estereotipado... porque allí... yo, allí, veo mucho. Veo todo. En una mezcla de reminiscencias efímeras y estímulos viscerales creo derrumbarme ante lo que veo. O, mejor dicho, ante lo que no soy capaz de ver. Pese al numeroso tiempo libre del que he dispuesto, siento que no tengo tiempo. Tiempo para eso que yo quiero. Tiempo para escapar. Para sentir que no hay nadie más que yo en este mundo. Excepto yo. Me asusta pensar en eso. En ese impulso intermitente y recurrente que me obliga a cerrar los ojos... y a volar. A volar hacia un destino indeterminado. Volar hacia todos lados... y hacia ninguno a la vez. Es ese viaje espacial plasmático, donde nadie puede entrar. Nadie. Sólo yo...
Y es que en ese vuelo aprendí, en efecto, que todo es circular(-...-)mente espiral. Todo nos lleva a puntos de inflexiones que nos dan cuenta de la evolución (o involución) de nosotros mismos. ¿Y cómo? A través de los otros. Y esos otros me han permitido reconocer esos pequeños puntos, instantes, momentos celestiales, que muy olímpicamente habían pasado desapercibidos. Y todas las coordenadas apuntan lugares distintos en tiempos distintos. Una falla técnica esperable, pero extraña. Una condición que exige la reunificación. La sincronización con el cosmos. Con el caótico cosmos.
En un giro imparable y cada vez acelerado que nos lleva al abismo. Al abismo del goce, del placer. Al abismo de la risa, de la pena... al abismo del que todos hablamos y del que todos nos vamos. A ese abismo. Pero aunque siempre llegues... el viaje y el cómo... depende completamente de ti. De nadie más.

Circularidad necesaria y obligatoria. Pulsiones de repetición. De Thanatos. Y de Eros.

1 comentario:

  1. Todo eso mezclado en un torbellino de sensaciones innecesarias e importantes de sentir a la vez

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La melodía de una rumba me dijo: "el secreto no está en la tumba, sino en el vivir".