Qué rico es hablar con un profe' de la media. Recordar las tallas, las peleas, las risas, las lágrimas... es recordar el "pasado colegial", ese que ahora parece lejanísimo, pero que existió. Fue en su momento el presente.
Me recuerda muchas cosas y me explica otras. Pero, lo más importante, es que permite establecer comparaciones entre quien fui y quien soy. Porque, aunque lo esencial no cambie, sí hay rasgos que se pierden y hay características que se adquieren.
Lejos lo que más me sorprende es que inércica e inconscientemente hay algo que se fuey que no volverá jamás: la niñez. "No, no echaré de menos el colegio". Mentira.
Me siento tan repleto de nostalgia y melancolía que no puedo seguir escribiendo.
Ante todo, feliz por el pasado.
Fueron tiempos bacanes.
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La melodía de una rumba me dijo: "el secreto no está en la tumba, sino en el vivir".