(...) Es análogo y comparable a la notificación de "señor, ud. padece cáncer". Luego de la desenfrenada reacción de euforia, alegría y plenitud me sobrecogió esa mirada en sepia con respecto a mi entorno. Podrás entender que no es fácil asumir de un segundo a otro que debes abandonar terrenalmente todo y a todos para insertarte en un mundo que no conoces, con gente que no conoces. No es fácil. Y por lo mismo, que cada vez se acerca el anhelado y ansiado momento, es que la solución no es pensar... sino vivir, compartir, oler, saborear... probar. Hacer lo que no hice. Decir lo que no dije. Estar con quien no estuve. Eso estoy haciendo y he logrado comprobar que no era algo difícil... que lo que por años fue algo innegable, intransable, incompatible no era más que un prejuicio. Y entonces llegamos a la convergencia cliché de "y ahora que te queda poco tiempo valoras lo que tienes y comienzas a desesperarte porque sientes que malgastaste el tiempo". A quien me diga eso, le responderé muy sabiamente... pues no dilapidé tiempo. Es más. Sin lo vivido, poder saborear lo que estoy viviendo ahora hubiese sido, ineludiblemente, imposible.
Te quiero (:
ResponderEliminarSiempre tan iluminado ahijadillo.
ResponderEliminar¿Has leído la novela Momo? Fue muy inspiradora, al terminar se la regalé a tu madrina. Quizás la encuentres por ahí. Es sobre el tiempo.
Saludos,
David alias Baudelaire