20120921

Keine Rückkehr.

Stop crying your heart out.

Nunca me había sentido tan débil. Es como si una hoja caída de un árbol fuera a quebrarme. Es como si el sol brillara menos. Es como si yo fuese otro.

No tiene sentido hacerse el fuerte, el desentendido o el olvidadizo. Siempre está ahí. Esa espina. Que se entierra. Que duele. Que te recuerda todos los días lo frágil que eres. Esa espina que puede apagarte... y que lo hace cada día.

Hay pocas palabras que pueden devolverte a la realidad con tan sólo invocarlas. Esas fueron una de aquellas. En un día como cualquier otro... para cualquier otro.

Este es uno de esos días en los que mirarte al espejo ya no constituye acto de agrado y elogio... sino un mero acto secundado por repulsión, asco, pero, sobre todo... miedo.

La negación y la negociación ya quedaron atrás. 

Ahora es tiempo de fe. De creer en algo que quizá no existe ni existirá. De creer en los "milagros", que quizá sólo evocan la idea de imposibilidad, de resignación.

Pero no quiero resignarme. Quiero luchar, pues eso quiero, ¿o no?

Tod, ich habe Angst vor dir. Bitte gehe weg. Bitte.

1 comentario:

  1. Solo debes creer en tí pequeño Gabriel, eres fuerte, eres capaz, encuentra la luz y aferrate a ella, siempre existe la forma de salir a flote, de superar los obstáculos, un abrazo enorme con mucho amor para tí, como en los viejos tiempos :)

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La melodía de una rumba me dijo: "el secreto no está en la tumba, sino en el vivir".