No... no lo entiendo. No entiendo por qué me siento yo así. Dicen por ahí que con el paso del tiempo, los problemas del otro son también tus problemas.
Tengo pena. Quiero llorar. Y sigo sin entender por qué. Siento ese vocare, pero ¿me corresponde? No lo sé. Sólo sé que tengo pena, mucha, y una gran mezcla de emociones que me llevan hacia un punto desconocido, donde hay pena. Mucha.
Me encantaría estar contigo para poder abrazarte.