20130210

Carta a un desconocido.

No sé cuál es tu nombre. Ni donde vivías. Sólo sé que tenías 51 años y que falleciste el 9 de febrero, alrededor del medio día. Nuestras vidas se cruzaron, cuando la tuya llegó a su fin.

Y deseo, desde lo más profundo de mi ser, que descanses en paz. Donde sea que estés. Probablemente no pensaste que todo terminaría así, pero, lamentablemente, pasó. Espero que espiritualmente puedas descansar. Y proteger a tus seres queridos desde donde sea que estés.

Lamento no haber podido ayudar de forma más eficaz. Hice lo que pude. Como todos ahí.
Sólo descansa.
Descansa en paz.

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La melodía de una rumba me dijo: "el secreto no está en la tumba, sino en el vivir".