20130601

dos personas nunca son iguales.


Y pasó otra vez. No podía seguir haciendo mis cosas sin poder confesar que me siento pésimo, que me pesa el corazón. Siempre he detestado la espera y la incertidumbre. Pase lo que tenga que pasar, que por favor ocurra luego. Lo que sea, pero rápido.

Mirar con altura de miras las situaciones es demasiado complicado. Entender que cada movimiento tiene una consecuencia, cual efecto mariposa, es aún más difícil. Entender que las personas no somos más que momentos fugaces en la vida del resto, suena pesimista, casi romántico (al más puro estilo decimonónico).

Aferrarse al presente es una de las reacciones más comunes. Saber cuándo soltarse, es algo casi sobrenatural.

Saber lo que quieres hacer es, por lejos, una de las preguntas más difíciles de responder.

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La melodía de una rumba me dijo: "el secreto no está en la tumba, sino en el vivir".